Inteligencia Emocional

EL DESAFÍO DE ARISTÓTELES

Cualquiera puede enfadarse, eso es algo muy sencillo.
Pero enfadarse con la persona adecuada, en el grado exacto, en el momento oportuno. Con el propósito justo y del modo correcto, eso, ciertamente, no resulta tan sencillo.

Aristóteles, Ética a Nicómaco.

Era una bochornosa tarde de agosto en la ciudad de Nueva York. Uno de esos días asfixiantes que hacen que la gente se sienta nerviosa y malhumorada. En el camino de regreso a mi hotel, tomé un autobús en la avenida Madison y, apenas subí al vehículo, me impresionó la cálida bienvenida del conductor, un hombre de raza negra de mediana edad en cuyo rostro se esbozaba una sonrisa entusiasta, que me obsequió con un amistoso «¡Hola! ¿Cómo está?», un saludo con el que recibía a todos los viajeros que subían al autobús mientras éste iba serpenteando por entre el denso tráfico del centro de la ciudad. Pero, aunque todos los pasajeros eran recibidos con idéntica amabilidad, el sofocante clima del día parecía afectarles hasta el punto de que muy pocos le devolvían el saludo.

No obstante, a medida que el autobús reptaba pesadamente a través del laberinto urbano, iba teniendo lugar una lenta y mágica transformación. El conductor inició, en voz alta, un diálogo consigo mismo, dirigido a todos los viajeros, en el que iba comentando generosamente las escenas que desfilaban ante nuestros ojos: rebajas en esos grandes almacenes, una hermosa exposición en aquel museo y qué decir de la película recién estrenada en el cine de la manzana siguiente. La evidente satisfacción que le producía hablarnos de las múltiples alternativas que ofrecía la ciudad era contagiosa, y cada vez que un pasajero llegaba al final de su trayecto y descendía del vehículo, parecía haberse sacudido de encima el halo de irritación con el que subiera y, cuando el conductor le despedía con un «¡Hasta la vista! ¡Que tenga un buen día!», todos respondían con una abierta sonrisa.

El recuerdo de aquel encuentro ha permanecido conmigo durante casi veinte años. Aquel día acababa de doctorarme en psicología, pero la psicología de entonces prestaba poca o ninguna atención a la forma en que tienen lugar estas transformaciones.

La ciencia psicológica sabía muy poco —si es que sabía algo— sobre los mecanismos de la emoción. Y, a pesar de todo, no cabe la menor duda de que el conductor de aquel autobús era el epicentro de una contagiosa oleada de buenos sentimientos que, a traves de sus pasajeros, se extendía por toda la ciudad. Aquel conductor era un conciliador nato, una especie de mago que tenía el poder de conjurar el nerviosismo y el mal humor que atenazaban a sus pasajeros, ablandando y abriendo un poco sus corazones.

Veamos ahora el marcado contraste que nos ofrecen algunas noticias recogidas en los periódicos de la última semana:

En una escuela local, un niño de nueve años, aquejado de un acceso de violencia porque unos compañeros de tercer curso le habían llamado «mocoso», vertió pintura sobre pupitres, ordenadores e impresoras y destruyó un automóvil que se hallaba estacionado en el aparcamiento.

Ocho jóvenes resultan heridos a causa de un incidente ocurrido cuando una multitud de adolescentes se apiñaban en la puerta de entrada de un club de rap de Manhattan. El incidente, que se inició con una serie de empujones, llevó a uno de los implicados a disparar sobre la multitud con un revólver de calibre 38. El periodista subraya el aumento alarmante de estas reacciones desproporcionadas ante situaciones nimias que se interpretan como faltas de respeto.

Según un informe, el cincuenta y siete por ciento de los asesinatos de menores de doce años fueron cometidos por sus padres o padrastros. En casi la mitad de los casos, los padres trataron de justificar su conducta aduciendo que «lo único que deseaban era castigar al pequeño». Cuya falta, la mayoría de las veces, había consistido en una «infracción» tan grave como ponerse delante del televisor, gritar o ensuciar los pañales.

Un joven alemán es juzgado por provocar un incendio que terminó con la vida de cinco mujeres y niñas de origen turco mientras éstas dormían. El joven, integrante de un grupo neonazi, trató de disculpar su conducta aludiendo a su inestabilidad laboral, a sus problemas con el alcohol y a su creencia de que los culpables de su mala fortuna eran los extranjeros. Y, con un hilo de voz apenas audible, concluyó su declaración diciendo «Me arrepentiré toda la vida. Estoy profundamente avergonzado de lo que hicimos».

A diario, los periódicos nos acosan con noticias que hablan del aumento de la inseguridad y de la degradación de la vida ciudadana. Fruto de una irrupción descontrolada de los impulsos.

Pero este tipo de noticias simplemente nos devuelve la imagen ampliada de la creciente pérdida de control sobre las emociones que tiene lugar en nuestras vidas y en las vidas de quienes nos rodean. Nadie permanece a salvo de esta marea errática de arrebatos y arrepentimientos que, de una manera u otra, acaba salpicando toda nuestra vida.

En la última década hemos asistido a un bombardeo constante de este tipo de noticias que constituye el fiel reflejo de nuestro grado de torpeza emocional, de nuestra desesperación y de la insensatez de nuestra familia, de nuestra comunidad y, en suma, de toda nuestra sociedad. Estos años constituyen la apretada crónica de la rabia y la desesperación galopantes que bullen en la callada soledad de unos niños cuya madre trabajadora los deja con la televisión como única niñera, en el sufrimiento de los niños abandonados, descuidados o que han sido víctimas de abusos sexuales y en la mezquina intimidad de la violencia conyugal. Este malestar emocional también es el causante del alarmante incremento de la depresión en todo el mundo y de las secuelas que lo deja tras de sí la inquietante oleada de la violencia: escolares armados, accidentes automovilísticos que terminan a tiros, parados resentidos que masacran a sus antiguos compañeros de trabajo, etcétera. Abuso emocional, heridas de bala y estrés postraumático son expresiones que han llegado a formar parte del léxico familiar de la última década, al igual que el moderno cambio de eslogan desde el jovial «¡Que tenga un buen día!» a la suspicacia del «¡Hazme tener un buen día!».

Este libro constituye una guía para dar sentido a lo aparentemente absurdo. En mi trabajo como psicólogo y —en la última década— como periodista del New York Times, he tenido la oportunidad de asistir a la evolución de nuestra comprensión científica del dominio de lo irracional. Desde esta privilegiada posición he podido constatar la existencia de dos tendencias contrapuestas, una que refleja la creciente calamidad de nuestra vida emocional y la otra que nos parece brindarnos algunas soluciones sumamente esperanzadoras.

¿POR QUÉ ESTA INVESTIGACION AHORA?

A pesar de la abundancia de malas noticias, durante la última década hemos asistido a una eclosión sin precedentes de investigaciones científicas sobre la emoción, uno de cuyos ejemplos más elocuentes ha sido el poder llegar a vislumbrar el funcionamiento del cerebro gracias a la innovadora tecnología del escáner cerebral. Estos nuevos medios tecnológicos han desvelado por vez primera en la historia humana uno de los misterios más profundos: el funcionamiento exacto de esa intrincada masa de células mientras estamos pensando, sintiendo, imaginando o soñando.

Este aporte de datos neurobiológicos nos permite comprender con mayor claridad que nunca la manera en que los centros emocionales del cerebro nos incitan a la rabia o al llanto, el modo en que sus regiones más arcaicas nos arrastran a la guerra o al amor y la forma en que podemos canalizarlas hacia el bien o hacia el mal.

Esta comprensión —desconocida hasta hace muy poco— de la actividad emocional y de sus deficiencias pone a nuestro alcance nuevas soluciones para remediar la crisis emocional colectiva.

Para escribir este libro he tenido que aguardar a que la cosecha de la ciencia fuera lo suficientemente fructífera. Este conocimiento ha tardado tanto en llegar porque, durante muchos años, la investigación ha soslayado el papel desempeñado por los sentimientos en la vida mental, dejando que las emociones fueran convirtiéndose en el gran continente inexplorado de la psicología científica. Y todo este vacío ha propiciado la aparición de un torrente de libros de autoayuda llenos de consejos bien intencionados, aunque basados, en el mejor de los casos, en opiniones clínicas con muy poco fundamento científico, si es que poseen alguno. Pero hoy en día la ciencia se halla, por fin, en condiciones de hablar con autoridad de las cuestiones más apremiantes y contradictorias relativas a los aspectos más irracionales del psiquismo y de cartografiar, con cierta precisión, el corazón del ser humano.

Esta tarea constituye un auténtico desafío para quienes suscriben una visión estrecha de la inteligencia y aseguran que el CI (CI: coeficiente o cociente intelectual) es un dato genético que no puede ser modificado por la experiencia vital y que el destino de nuestras vidas se halla, en buena medida, determinado por esta aptitud. Pero este argumento pasa por alto una cuestión decisiva: ¿qué cambios podemos llevar a cabo para que a nuestros hijos les vaya bien en la vida? ¿Qué factores entran en juego, por ejemplo, cuando personas con un elevado CI no saben qué hacer mientras que otras, con un modesto, o incluso con un bajo CI, lo hacen sorprendentemente bien? Mi tesis es que esta diferencia radica con mucha frecuencia en el conjunto de habilidades que hemos dado en llamar inteligencia emocional, habilidades entre las que destacan el autocontrol, el entusiasmo, la perseverancia y la capacidad para motivarse a uno mismo. Y todas estas capacidades, como podremos comprobar, pueden enseñarse a los niños, brindándoles así la oportunidad de sacar el mejor rendimiento posible al potencial intelectual que les haya correspondido en la lotería genética.

Más allá de esta posibilidad puede entreverse un ineludible imperativo moral. Vivimos en una época en la que el entramado  de nuestra sociedad parece descomponerse aceleradamente, una época en la que el egoísmo, la violencia y la mezquindad espiritual parecen socavar la bondad de nuestra vida colectiva. De ahí la importancia de la inteligencia emocional, porque constituye el vínculo entre los sentimientos, el carácter y los impulsos morales. Además, existe la creciente evidencia de que las actitudes éticas fundamentales que adoptamos en la vida se asientan en las capacidades emocionales subyacentes. Hay que tener en cuenta que el impulso es el vehículo de la emoción y que la semilla de todo impulso es un sentimiento expansivo que busca expresarse en la acción. Podríamos decir que quienes se hallan a merced de sus impulsos —quienes carecen de autocontrol— adolecen de una deficiencia moral porque la capacidad de controlar los impulsos constituye el fundamento mismo de la voluntad y del carácter.

Por el mismo motivo, la raíz del altruismo radica en la empatía, en la habilidad para comprender las emociones de los demás y es por ello por lo que la falta de sensibilidad hacia las necesidades o la desesperación ajenas es una muestra patente de falta de consideración. Y si existen dos actitudes morales que nuestro tiempo necesita con urgencia son el autocontrol y el altruismo.

NUESTRO VIAJE

El presente libro constituye una guía para conocer todas esas visiones científicas sobre la emoción, un viaje cuyo objetivo es proporcionarnos una mejor comprensión de una de las facetas más desconcertantes de nuestra vida y del mundo que nos rodea.

La meta de nuestro viaje consiste en llegar a comprender el significado —y el modo— de dotar de inteligencia a la emoción, una comprensión que, en sí misma, puede servirnos de gran ayuda, porque el hecho de tomar conciencia del dominio de los sentimientos puede tener un efecto similar al que provoca un observador en el mundo de la física cuántica, es decir, transformar el objeto de observación.

Nuestro viaje se inicia en la primera parte con una revisión de los descubrimientos más recientes sobre la arquitectura emocional del cerebro que nos explica una de las coyunturas más desconcertantes de nuestra vida, aquélla en que nuestra razón se ve desbordada por el sentimiento. Llegar a comprender la interacción de las diferentes estructuras cerebrales que gobiernan nuestras iras y nuestros temores —o nuestras pasiones y nuestras alegrías— puede enseñarnos mucho sobre la forma en que aprendemos los hábitos emocionales que socavan nuestras mejores intenciones, así como también puede mostrarnos el mejor camino para llegar a dominar los impulsos emocionales más destructivos y frustrantes. Y, lo que es aún más importante, todos estos datos neurológicos dejan una puerta abierta a la posibilidad de modelar los hábitos emocionales de nuestros hijos.

En la segunda parte, la siguiente parada importante de nuestro recorrido, examinaremos el papel que desempeñan los datos neurológicos en esa aptitud vital básica que denominamos inteligencia emocional, esa disposición que nos permite, por ejemplo, tomar las riendas de nuestros impulsos emocionales, comprender los sentimientos más profundos de nuestros semejantes, manejar amablemente nuestras relaciones o desarrollar lo que Aristóteles denominara la infrecuente capacidad de «enfadarse con la persona adecuada, en el grado exacto, en el momento oportuno, con el propósito justo y del modo correcto». (Aquellos lectores que no se sientan atraídos por los detalles neurológicos tal vez quieran comenzar el libro directamente por este capítulo).

Este modelo ampliado de lo que significa «ser inteligente» otorga a las emociones un papel central en el conjunto de aptitudes necesarias para vivir. En la tercera parte examinamos algunas de las diferencias fundamentales originadas por este tipo de aptitudes: cómo pueden ayudarnos, por ejemplo, a cuidar nuestras relaciones más preciadas o cómo, por el contrario, su ausencia puede llegar a destruirlas; cómo las fuerzas económicas que modelan nuestra vida laboral están poniendo un énfasis sin precedentes en estimular la inteligencia emocional para alcanzar el éxito laboral; cómo las emociones tóxicas pueden llegar a ser tan peligrosas para nuestra salud física como fumar varios paquetes de tabaco al día y cómo, por último, el equilibrio emocional contribuye, por el contrario, a proteger nuestra salud y nuestro bienestar.

La herencia genética nos ha dotado de un bagaje emocional que determina nuestro temperamento, pero los circuitos cerebrales implicados en la actividad emocional son tan extraordinariamente maleables que no podemos afirmar que el carácter determine nuestro destino. Como muestra la cuarta parte de nuestro libro, las lecciones emocionales que aprendimos en casa y en la escuela durante la niñez modelan estos circuitos emocionales tornándonos más aptos —o más ineptos— en el manejo de los principios que rigen la inteligencia emocional. En este sentido, la infancia y la adolescencia constituyen una auténtica oportunidad para asimilar los hábitos emocionales fundamentales que gobernarán el resto de nuestras vidas.

La quinta parte explora cuál es la suerte que aguarda a aquellas personas que, en su camino hacia la madurez, no logran controlar su mundo emocional y de qué modo las deficiencias de la inteligencia emocional aumentan el abanico de posibles riesgos, riesgos que van desde la depresión hasta una vida llena de violencia, pasando por los trastornos alimentarios y el abuso de las drogas.

Esta parte también documenta extensamente los esfuerzos realizados en este sentido por ciertas escuelas pioneras que se dedican a enseñar a los niños las habilidades emocionales y sociales necesarias para mantener encarriladas sus vidas.

El conjunto de datos más inquietantes de todo el libro tal vez sea el que nos habla de la investigación llevada a cabo entre padres y profesores y que demuestra el aumento de la tendencia en la presente generación infantil al aislamiento, la depresión, la ira, la falta de disciplina, el nerviosismo, la ansiedad, la impulsividad y la agresividad, un aumento, en suma, de los problemas emocionales.

Si existe una solución, ésta debe pasar necesariamente, en mi opinión, por la forma en que preparamos a nuestros jóvenes para la vida. En la actualidad dejamos al azar la educación emocional de nuestros hijos con consecuencias más que desastrosas. Como ya he dicho, una posible solución consistiría en forjar una nueva visión acerca del papel que deben desempeñar las escuelas en la educación integral del estudiante, reconciliando en las aulas a la mente y al corazón. Nuestro viaje concluye con una visita a algunas escuelas innovadoras que tratan de enseñar a los niños los principios fundamentales de la inteligencia emocional. Quisiera imaginar que, algún día, la educación incluirá en su programa de estudios la enseñanza de habilidades tan esencialmente humanas como el autoconocimiento, el autocontrol, la empatía y el arte de escuchar, resolver conflictos y colaborar con los demás.

En su Ética a Nicómaco. Aristóteles realiza una indagación filosófica sobre la virtud, el carácter y la felicidad, desafiándonos a gobernar inteligentemente nuestra vida emocional. Nuestras pasiones pueden abocar al fracaso con suma facilidad y. de hecho, así ocurre en multitud de ocasiones; pero cuando se hallan bien adiestradas, nos proporcionan sabiduría y sirven de guía a nuestros pensamientos, valores y supervivencia. Pero, como dijo Aristóteles, el problema no radica en las emociones en sí sino en su conveniencia y en la oportunidad de su expresión. La cuestión esencial es: ¿de qué modo podremos aportar más inteligencia a nuestras emociones, más civismo a nuestras calles y más afecto a nuestra vida social?

35 respuestas

  1. TEXTO: Este conocimiento ha tardado tanto en llegar porque, durante muchos años, la investigación ha
    soslayado el papel desempeñado por los sentimientos en la vida mental, dejando que las emociones fueran convirtiéndose en el gran continente inexplorado de la psicología científica. Y todo este vacío ha propiciado la aparición de un torrente de libros de autoayuda llenos de consejos bien intencionados, aunque basados, en el mejor de los casos, en opiniones clínicas con muy poco fundamento científico, si es que poseen alguno. Pero hoy en día la ciencia se halla, por fin, en condiciones de hablar con autoridad de las cuestiones más apremiantes y contradictorias relativas a los aspectos más irracionales del psiquismo y de cartografiar, con cierta precisión, el corazón del ser humano

    COMENTARIO: Esto creo que es importante porque hoy en día se siente mucha presión en el entorno de una ciudad tan grande que va arrastrando problemas de todo tipo: escolares, laborales, económicos y de pareja.
    Es muy claro todo lo que una situación difícil acarrea : problemas y afectación a la familia, sobre todo a los muchachos y a los pequeños que crecen arrastrando todos estos conflictos, creándoles una situación emocional dividida, por eso los muchachos recurren al apoyo de libros y psicólogos para encontrar una respuesta a todos sus sentimientos y emociones.

  2. Texto: A diario, los periódicos nos acosan con noticias que hablan del aumento de la inseguridad y de la degradación de la vida ciudadana. Fruto de una irrupción descontrolada de los impulsos.
    Pero este tipo de noticias simplemente nos devuelve la imagen ampliada de la creciente pérdida de
    control sobre las emociones que tiene lugar en nuestras vidas y en las vidas de quienes nos rodean

    Comentario: Toda la vida está llena de emociones. Y puesto que la emoción es lo único verdadero, ella constituye la columna vertebral de nuestra vida, de nuestro ser y estar.
    Desde que nace y aún en el último minuto de su existencia el ser humano siempre está experimentando emociones. Aunque en un principio no es consciente de ellas y del porqué de las mismas, a medida que crece va descubriendo las situaciones que las motivan, las reacciones y la forma en que repercuten en su vida.
    Definitivamente nuestras emociones y el cómo reaccionamos ante ellas, sumado a la información genética y hereditaria, nuestra educación y valores determinan nuestra manera de vivir. Sin embargo, no todos los seres humanos nos damos cuenta o nos interesamos en descubrir la raíz de nuestras emociones y del cómo afectan no solo nuestra vida misma, sino el de las demás y aún el de la humanidad.
    Por ello, la presentación de este libro se me hace muy interesante y lo considero como una herramienta muy importante en el proceso de mi darme cuenta, en el camino hacia el conocimiento de mi misma, de mi manera de reaccionar y de las motivaciones que me llevan a actuar de tal o cual forma.
    Creo que esta investigación me será de gran ayuda no solo para mejorar mi ser y estar, sino para contribuir para bien en el ser y estar de los que me rodean.

  3. 1. «Pero este tipo de noticias simplemente nos devuelve la imagen ampliada de la creciente pérdida de control sobre las emociones que tiene lugar en nuestras vidas y en las vidas de quienes nos rodean. Nadie permanece a salvo de esta marea errática de arrebatos y arrepentimientos que, de una manera u otra, acaba salpicando toda nuestra vida».

    COMENTARIO: Esta es la realidad que hoy en día, me doy cuenta existe, que para muchos es ya !normal¡, escuchar en las noticias sobre el padre que despues de dar muerte a su esposa e hijos se suicida, dejando una carta postuma donde por ansiedades y crisis emocionales al grardo de tener un desorden psicologico toman este camino, y son inocentes los que tienen que pagar por este hecho; o de aquél caso de violencia infantil o la violencia hacia la mujer estos y muchos mas son el resultado del desenfreno de los arrebatos emocionales. Es interesante para mí este texto porque me hace entender que las emociones !NO ME DEBEN DOMINAR¡, Yo debo encausar mis emociones con inteligencia y creatividad, pero sé que esto no es facil, que tengo que ejercitar mi darme cuenta y mis sentidos.

    2. «El conjunto de habilidades que hemos dado en llamar inteligencia emocional, habilidades entre las que destacan el autocontrol, el entusiasmo, la perseverancia y la capacidad para motivarse a uno mismo. Y todas estas capacidades, como podremos comprobar, pueden enseñarse a los niños, brindándoles así la oportunidad de sacar el mejor rendimiento posible al potencial intelectual que les haya correspondido en la lotería genética».

    COMENTARIO: En este texto comprendo que en el momento de ejercitar el conjunto de habilidades para desarrollar la innteligencia emocional, no es mas que formar el caracter y la voluntad, es decir, por ejemplo: hay jovenes que de alguna manera todavía en la entrada a la universidad del Nivel Medio Superior, se encuentra la mamá a un lado de su hijo(a), en mi opinión lo unico que estan generando en el joven es limitar su potencial emocional e intelectual, arrebatandoles la oportunidad del descubrimiento de una realidad de amdurez, responsabilidad, autoestima, construcción de su proyecto de vida y el encontrar un nuevo espacio con personas de su misma edad en un contexto diferente al acostrumbrado.

    ROBERTO !VIVE¡, SOY UN HOMBRE FIEL, VALIENTE Y ENTREGADO.

    DIOS LOS BENDIGA, A TODOS FELICIDADES GUERREROS DEL SEÑOR.

  4. Llegar a comprender la interacción de las diferentes estructuras cerebrales que gobiernan nuestras iras y nuestros temores —o nuestras pasiones y nuestras alegrías— puede enseñarnos mucho sobre la forma en que aprendemos los hábitos emocionales que socavan nuestras mejores intenciones, así como también puede mostrarnos el mejor camino para llegar a dominar los impulsos emocionales más destructivos y frustrantes.
    Comentario:

    El leer este primera parte del libro me ha entusiasmado mucho a continuar, pues la verdad me es muy interesante el conocer, sobre el porque de mis emociones y como lograr controlar mis impulsos.
    Comprendo tambien la importancia de mi actitud, como con el ejemplo del chofer se refleja la importancia de una buena actitud para el cambio en nuestro mundo. Creo que la actitud es contagioso y lucho porque de mi parte sea positiva.

  5. . En la actualidad dejamos al azar la educación emocional de nuestros hijos con consecuencias más que desastrosas. Como ya he dicho, una posible solución consistiría en forjar una nueva visión acerca del papel que deben desempeñar las escuelas en la educación integral del estudiante, reconciliando en las aulas a la mente y al corazón.

    Pienso que la educacion emocional de nuestros hijos es muy importente porque pensamos que porque estan chiquitos no entienden eso, la educacion emocional, pero eso es lo que yo pensaba pero se pasa el tiempo y cuando me di cuenta ya son grandes y ya no quieren escuchar ya se educaron en la escuela solo en la mente y el corazon les quedo hueco y alli es donde empiezan los problemas, se hacen insensibles al dolor ajeno y son una amenaza para todos los que convivimos con ellos, es una realidad y tengo que aceptala.
    Pero con estas enseñanzas tenemos esperanzas de poder ayudarles, en esta etapa dificil en la que viven.
    una verdadrera amenaza para sus compañeros

  6. TEXTO
    un saludo con el que recibía a todos los viajeros que subían al autobús mientras éste iba serpenteando por entre el denso tráfico del centro de la ciudad. Pero, aunque todos los pasajeros eran recibidos con idéntica amabilidad, el sofocante clima del día parecía afectarles hasta el punto de que muy pocos le devolvían el saludo.

    COMENTARIO:
    En la mayoria de mis actividades, cuando estoy imerso en la sociedad me contagio muy facilmente del comprtamiento de los demás, por ejemplo al conducir.
    Pero ahora voy a poner en practica la actitud de este chofer .
    Aunque las situaciones de mi entorno sean adversas, yo voy a ser amable, alegre servicial y trasmitir actitudes positivas para transformar a los demás.

  7. . De ahí la importancia de la inteligencia emocional, porque constituye el vínculo entre los sentimientos, el carácter y los impulsos morales. Además, existe la creciente evidencia de que las actitudes éticas fundamentales que adoptamos en la vida se asientan en las capacidades emocionales subyacentes. Hay que tener en cuenta que el impulso es el vehículo de la emoción y que la semilla de todo impulso es un sentimiento expansivo que busca expresarse en la acción. Podríamos decir que quienes se hallan a merced de sus impulsos —quienes carecen de autocontrol— adolecen de una deficiencia moral porque la capacidad de controlar los impulsos constituye el fundamento mismo de la voluntad y del carácter.

    Pienso que es muy importante poder controlar nuestras emociones pues son las que mueven nuestro cuerpo.
    Con la salida de mis emociones estoy mostrando mi caracter, que es lo que quiero hacer, controlar mis emociones es un logro muy grande para mi, no hacer todo lo que quiero hacer, solo en su momento
    en cada ocacion.
    Esto es una experiencia que me lleva a querer saber mas sobre mis emociones hasta que punto las puedo controlar y si no que daño me pueden causar,
    para mi hasta hoy esto era un misterio, pero me encanta que lo pueda poder comentar, para mi esto
    de que el impulso es la semilla de la emocion es una sorpresa.
    Si sabemos mas de nuestras emociones podemos ayudarnos entre nosotros porque si solo nos guiamos por los impulsos podemos dañar a quienes
    queremos.

  8. Texto: «Cualquiera puede ponerse furioso…eso es fácil. Pero estar furioso con la persona correcta, en la intensidad correcta, en el momento correcto, por el motivo correcto, y de la forma correcta…eso no es fácil.»

    Comentario:
    Todo sucede por reprimir las emociones, en mi caso, cuando no logro algún objetivo, me empiezo a recriminar, y cuestionarme porque no reaccione en la forma adecuada ante la circunstancia de no alcanzar la meta, y empiezo a divagar como debí haber actuado o reaccionado. Y pues ya no viene al caso, porque el momento que tuve para lograrlo ya paso, quedo allá y entonces.

    En una analogía, mi inteligencia emocional esta en una andadera y algunas veces en silla de ruedas, que me hace reaccionar lento y no demostrar la emoción que siento por el motivo correcto y en la intesidad correcta, en el lugar que suceden los hechos. En conclusión las emociones debemos dejarlas fluir en el aquí y ahora.

  9. Texto:
    Vivimos en una época en la que el entramado de nuestra sociedad parece descomponerse aceleradamente, una época en la que el egoísmo, la violencia y la mezquindad espiritual parecen socavar la bondad de nuestra vida colectiva.

    comentario:
    Al leer esos parrafos me ha vuelto a la reaidad de ver a mi alrededor y de que tengo mucho trabajo que hacer, empesando por la educación de mis hijos afianzando los valores ysensibilizandolos también para que no caigan en toda esa maldad que hay en el mundo.

  10. texto:
    Cualquiera puede enfadarse, eso es algo muy sencillo.
    Pero enfadarse con la persona adecuada, en el grado exacto, en el momento oportuno. Con el propósito justo y del modo correcto, eso, ciertamente, no resulta tan sencillo.

    Comentario:
    creo que esto encierrra todas las historias, como un mismo impulso lleva a las pesonas a tner distints reacciones al no saber controlar sus emociones.
    esto lo comparo con las confrontaciones tanto de vida en avundancia coomo de sueños, principalmente. Como es preciso saber controlar el impulso con cada situacion.
    eso se llama autodominio

  11. Qué factores entran en juego, por ejemplo, cuando personas con un elevado CI no saben qué hacer mientras que otras, con un modesto, o incluso con un bajo CI, lo hacen sorprendentemente bien? Mi tesis es que esta diferencia radica con mucha frecuencia en el conjunto de habilidades que hemos dado en llamar inteligencia emocional, habilidades entre las que destacan el autocontrol, el entusiasmo, la perseverancia y la capacidad para motivarse a uno mismo.

    Esta parte del texto, me llama la atención, por que el exito de una persona no depende en la inteligencia con un CI alto, si no de la manera en que puede manejar los problemas contidianos que se presentan a su alrededor creo que estas personas se automotivan y creen en ellos y por consiguiete son el resultado de lo que quieren. Estas personas saben hasta el lugar adecuado para enojarse Y pueden incluso hasta mediar el su teperamento y manejarlo de una manera inteligente.

  12. Mi tesis es que esta diferencia radica con mucha frecuencia en el conjunto de habilidades que hemos dado en llamar inteligencia emocional, habilidades entre las que destacan el autocontrol, el entusiasmo, la perseverancia y la capacidad para motivarse a uno mismo.
    Podríamos decir que quienes se hallan a merced de sus impulsos —quienes carecen de autocontrol— adolecen de una deficiencia moral porque la capacidad de controlar los impulsos constituye el fundamento mismo de la voluntad y del carácter.

    Me parece sumamente impactante el desconocimiento que se tiene actualmente sobre algo tan determinante en nuestras vidas como lo son las emociones. En lo personal creo que gran parte de mis conflictos personales radican precisamente en la incapasidad que he tenido de controlar esos caballos desbocados que son mis emociones. Si lo que busco es forjarme un caracter y una voluntad más fuertes considero de gran utilidad lo que pudiera aportarme este libro.

  13. Me llamó mucha la atención este texto:
    La herencia genética nos ha dotado de un bagaje emocional que determina nuestro temperamento, pero los circuitos cerebrales implicados en la actividad emocional son tan extraordinariamente maleables que no podemos afirmar que el carácter determine nuestro destino.

    Siento tanta esperanza al leer esto, muchas veces me he sentido tan frustrada al escuchar que has nacido con determinado temperamento y que lo mejor que puedes hacer es emplearlo de la mejor manera, pero es como una especie de resignación, ya ni modo; y al leer esto es como abrir una gran puerta que había estado cerrada y que no tenía la manera de poder abrirla, es tan esperanzador pensar que hay una manera de aprovechar de la manera que Dios lo pensó todo mi potencial y de poder apoyar a tantos que como yo pueden haberse sentido perdidos en sus emociones y sin otro que hacer, en el mejor de los casos, que emplearlos de la mejor manera y en el peor de los casos vivir frustrados y amargados por ser así como uno no quiere ser
    .

  14. Quienes están a merced del impulso -los que carecen de autodominio- padecen una deficiencia moral: la capacidad de controlar el impulso es la base de la voluntad y el carácter.

    COMENTARIO: Esto me hace pensar que muchas veces respondo impulsivamente ante las personas, que no pienso en lo que estoy sintiendo y lo que es peor no lo controlo. Debo esforzarme por controlar mis impulsos si quiero ser una mujer de carácter en todo lo que hago.

    Y si existen dos posturas morales que nuestra época reclama son precisamente estas: dominio de sí mismo y compasión.

    COMENTARIO: Si no puedo dominarme a mí misma, controlar mis emociones y mis impulsos como voy a tener compasión por los demás, como voy a unirme a lo que ellos sienten, si ni siquiera pienso en lo que yo siento. Ahora me doy cuenta de que debo aprender a tener dominio primeramente sobre mí misma y tener compasión por los demás, es decir unirme a lo que ellos sienten.

  15. 1. Pero este tipo de noticias simplemente nos devuelve la imagen ampliada de la creciente pérdida de control sobre las emociones que tiene lugar en nuestras vidas y en las vidas de quienes nos rodean. Nadie permanece a salvo de esta marea errática de arrebatos y arrepentimientos que, de una manera u otra, acaba salpicando toda nuestra vida.

    Comentario:
    comparto la potica del autor respecto a que en mi ciudad la gente vive cada vez mas enojada, mas dominada por sus impulsos, sobre los cuales no parecen tener ningun control, por ejemplo yo me enojo cuando alguien es inpertinente manejando o cuando la fila es lenta en un banco, si pongo atención en los demas la mayoria si no es que todos tienen caras largas y ganas de no estar ya mas en ese lugar.
    Creo que si conocieramos nuestras emociones y fueramos concientes de ellas en nuestro aqui y ahora y daemas la mayoria de nosotros supieramos transformar esas emociones para bien, nuestro sociedad vivierá diderente.

    2.La ciencia psicológica sabía muy poco —si es que sabía algo— sobre los mecanismos de la emoción. Y, a pesar de todo, no cabe la menor duda de que el conductor de aquel autobús era el epicentro de una contagiosa oleada de buenos sentimientos que, a traves de sus pasajeros, se extendía por toda la ciudad.

    Comentario: las emociones son contagiosas. así como este conductor sabía que si el estaba de buen humor y disfrutaba de lo que hacia tarde o temprono sus pasageros se integrarian a sus emociones positivas, de mi porte tengo que trabajar en obserbarme en las cosas que hago.¿realmente estoy siendo factor de alegria en mi casa, trabajo o en mo colonia ? ¿ ó tal vez voy sin darme cuenta contagiando desanimo a mis vecinos? eligo poner alegria a mi vida, para compartir a los demas.

    saludos.

  16. Nuestras pasiones pueden abocar al fracaso con suma facilidad y. de hecho, así ocurre en multitud de ocasiones; pero cuando se hallan bien adiestradas, nos proporcionan sabiduría y sirven de guía a nuestros pensamientos, valores y supervivencia.

    Comentario:

    Esto es muy real, en ocasiones he cometido errores que son a consecuencia de mi falta de inteligencia emocional, estoy dispuesta a aprender todo lo que haga falta para obtenerla,

  17. TEXTO: «Mi tesis es que esta diferencia radica con mucha frecuencia en el conjunto de habilidades que hemos dado en llamar inteligencia emocional, habilidades entre las que destacan el autocontrol, el entusiasmo, la perseverancia y la capacidad para motivarse a uno mismo. Y todas estas capacidades, como podremos comprobar, pueden enseñarse a los niños, brindándoles así la oportunidad de sacar el mejor rendimiento posible al potencial intelectual que les haya correspondido en la lotería genética.»

    COMENTARIO.
    Coincido con la tesis del autor de que serìa muy bueno el enseñar a los niños a desarrollar las habilidades como el autocontrol, el entusiasmo, la perseverancia y la capacidad para motivarse uno mismo, por lo que he exprimentado en mi y en mis hijos, en alguna ocaciòn al momento de comprarles una bicicleta a mis hijos, uno de ellos tenia miedo de subirse a la bicicleta aludiendo que estaba muy grande y que se iba a caer, llorando por lo mismo y eso que todavia no sucedìa, lo convencì que en realidad no estaba grande y compramos las bicicletas; luego al llegar a casa les propuse que las probaran, al que tenìa miedo en un inicio lo tuve que sostener y no queria que lo soltara pero era mas el entusiasmo por su andar en su nueva bicicleta y su perseverancia que logro manejarla fàcilmente, ahora es bicicleta practicamente le quedo «chica». Es un ejemplo desde niño se pueden ir inculcando dicho conjunto de habilidades para lograr tener exito en cualquier cosa que emprendan hoy.

    TEXTO: «Y si existen dos actitudes morales que nuestro tiempo necesita con urgencia son el autocontrol y el altruismo.»

    COMENTARIO.
    La habilidad del autocontrol es de lo que al parecer adolecemos muchas de las personas hoy en dìa, el dejar que los impulsos dominen nuestra vida ha hecho que cada dìa se incremeten los actos de violencia a gran escala en el mundo y una clara falta de respeto por las cosas creadas por DIOS.
    Con respecto al altruismo o compasiòn que se a empezado a dar por varias instituciones por el servicio a los màs necesitados, no rompe con el centro del problema en si, que es desde el interior de uno mismo para y una relaciòn màs estrecha con DIOS para interesarse por nuestro projimo y de uno mismo. De la apatìa por atender la necesidad de amor por los demàs y de uno mismo nace la importancia de ejercitarse en el autocontrol y del altruismo siempre desde la relaciòn con DIOS.

    TEXTO: » Pero, como dijo Aristóteles, el problema no radica en las emociones en sí sino en su conveniencia y en la oportunidad de su expresión. La cuestión esencial es: ¿de qué modo podremos aportar más inteligencia a nuestras emociones, más civismo a nuestras calles y más afecto a nuestra vida social?»

    COMENTARIO.
    Creo que la respuesta a la pregunta planteada es precisamente dejar que las emociones las utilicemos convenientemente y en el momento adecuado, lograndolo al desarrollar las habilidades que en su conjunto se les llaman la inteligencia emocional.

  18. Este aporte de datos neurobiológicos nos permite comprender con mayor claridad que nunca la manera en que los centros emocionales del cerebro nos incitan a la rabia o al llanto, el modo en que sus regiones más arcaicas nos arrastran a la guerra o al amor y la forma en que podemos canalizarlas hacia el bien o hacia el mal.
    Hay que tener en cuenta que el impulso es el vehículo de la emoción y que la semilla de todo impulso es un sentimiento expansivo que busca expresarse en la acción. Podríamos decir que quienes se hallan a merced de sus impulsos —quienes carecen de autocontrol— adolecen de una deficiencia moral porque la capacidad de controlar los impulsos constituye el fundamento mismo de la voluntad y del carácter.

    Mi comentario:
    Durante mucho tiempo me he pregutnado el porque de ciertas reacciones en mi vida, porque ante ciertos adversidades reacciono de maneras tan distintas, hoy me doy cuenta que son los centros emocionales del cerebro los que me incitan a hacer el bien o el mal,o a actuar de diferentes maneras.
    Creo que muchas veces reacciono ante algunas situaciones de diferentesmaneras, porque el sentimiento es diferente, pues es el que mueve la acción, pero creo que es muy importante estarme visualizando como reacciono ante angunas situaciones y poder trabajar, la acción que me produce tal o cual sentimiento .

  19. De hecho,a la luz de las recientes pruebas que nos ofrece la ciencia sobre el papel desempeñado por las emociones en nuestra vida ,hasta el mismo término homo sapiens–la especie pensante –resulta un tanto equivoco .Todos sabemos por experiencia propia que nuestras decisiones y nuestras acciones dependen tanto–y a veces más–
    de nuestros sentimientos como de nuestros pensamientos.

    Al leer esta parte me encontre a mi misma ya que yo me dejo llevar por mis sentimientos y pensamientos
    ahora me e dado cuenta que voy a pensar mejor mis decisiones y acciones.

  20. EL funcionamiento exacto de esa intrincada masa de células mientras estamos pensando, sintiendo, imaginando o soñando.

    Este aporte de datos neurobiológicos nos permite comprender con mayor claridad que nunca la manera en que los centros emocionales del cerebro nos incitan a la rabia o al llanto, el modo en que sus regiones más arcaicas nos arrastran a la guerra o al amor y la forma en que podemos canalizarlas hacia el bien o hacia el mal.”

    Me hace pensar en lo complejo y maravilloso de como estamos constituidos, de como cada parte de mi cuerpo tiene una funcion especifica y que por si solas trabajan sin parar, de como puedo canalizar toda mi energia, mis emociones hacia el bien o hacia el mal

    ¨Cualquiera puede enfadarse, eso es algo muy sencillo.
    Pero enfadarse con la persona adecuada, en el grado exacto, en el momento oportuno. Con el propósito justo y del modo correcto, eso, ciertamente, no resulta tan sencillo¨
    Me hace pensar en que como todo ese cumulo de emociones que puedo sentir y como aprender a tener autocontrol, a manejarlas de la manera que sean para bendicion en mi y en los demas

  21. La ciencia psicologica sabia muy poco –si es que sabia algo-sobre los mecanismos de la emocion. Y, a pesar de todo, no cabe la menor duda de que el conductor de aquel autobus era el epicentro de una contagiosa oleada de buenos sentimientos que, a traves de sus pasajeros, se extendia por toda la ciudad. Aquel conductor era un conciliador nato , una especie de mago que tenia el poder de conjurar el nerviosismo y el mal humor que atenazaban a sus pasajeros , ablandando y abriendo sus corazones.

    Yo quiero ser como el coductor de aquel camion contagiar con mi buen humor y alegria por donde yo vaya ,ser sensible a las personas ver lo que en su corazon traen y que con mis palabras y mi sonrisa les suavise su corazon.

  22. ¿Que cambios podemos llevar a cabo para que a nuestros hijos les vaya bien en la vida? ¿Que factores entran en juego, por ejemplo, cuando personas con un elevado CI no saben que hacer mientras otras, con un modesto o incluso con un bajo CI, lo hacen sorprendentemente bien? Mi tesis es que esta diferencia radica con mucha frecuencia en el conjunto de habilidades que hemos dado en llamar inteligencia emocional, habilidades entre las que destacan el autocontrol, el entusiasmo, la perseverancia y la capacidad para motivarse uno mismo.

    Entiendo que la inteligencia emocional esta al alcance de todos y por supuesto no la voy a dejar ir es como si permitiera dejar ir mi vida y perderme en el mundo, en adelante me comprometo a controlar mis emociones en la ira, perseverar mas en el presente y disfrutar el aqui y el ahora y la capacidad para motivarme yo mismo y vivir en plenitud, ser un conciliador nato ablandando y abriendo un poco los corazones de la gente que me encuentre en el camino.

  23. Hola Hermanos,
    Lo que me llama la atención es:
    Este libro constituye una guía para lo aparentemente absurdo.
    En donde el autor pudo constatar la existencia de dos tendencias contrapuestas, una que refleja la creciente calamidad de nuestra vida emocional y la otra que nos parece brindarnos algunas soluciones sumamente esperanzadoras.
    Gracias a la innovadora tecnología del escáner cerebral develando uno de los misterios más profundos: el funcionamiento exacto de esa intrincada masa de células mientras estamos pensando, sintiendo, imaginando o soñando.
    Y así comprender que los centros emocionales del cerebro nos incitan a la rabia o al llanto, nos arrastran a la guerra o al amor y la forma en que podemos canalizarlas hacia el bien o hacia el mal.
    De ahí la importancia de la inteligencia emocional, porque constituye un vinculo entre los sentimientos, el carácter y los impulsos morales.
    El impulso es el vehiculo de la emoción y que la semilla de todo impulso es un sentimiento expansivo que busca expresare en la acción.
    Me parece muy interesante este libro, ya que me va ayudar a estar conciente de mis impulsos emocionales.

  24. ¨¿Que podemos cambiar que a yude a nuestros hijos a tener mejor suerte en la vida?¨

    Tambien estoy de acuerdo que no es solamente custion de CI. Pues tambien he visto casos en que los mas inteligentes no son los mas exitosos, sociables o mejores personas.
    Las habilidades que debo desarrollar en ellos es el autodominio, la autoestima y la capacidad de automotivarse.
    Lo mas importante de entender para poder generar cambios es principalmente vivirlos en carne propia, (el ejemplo arrastra).
    Desafortunadamente estoy lleno de historias y comportamientos creados en el exceso de emociones y sentimientos que han generado un aprendizaje de lo que ahora soy.
    Lo valioso de cualquier situacion es que así como se aprendieron se pueden desaprender.

    Por ahora soy un guerrero en capacitación.

    Saludos Guerreros de historia……continuará

  25. Hola!!!! Queridos Hermanos a mi me impacto esta historia que les muestro a continuación:

    “ Era una bochornosa tarde de agosto en la ciudad de Nueva York.
    Uno de esos días asfixiantes que hacen que la gente se sienta nerviosa y malhumorada. …….y, apenas subí al vehículo,
    • me impresionó la cálida bienvenida del conductor,
    • una sonrisa entusiasta,
    • que me obsequió con un amistoso «¡Hola! ¿Cómo está?»,
    • un saludo con el que recibía a todos los viajeros
    Pero, aunque todos los pasajeros eran recibidos con idéntica amabilidad,
    el sofocante clima del día parecía afectarles hasta el punto de que muy pocos le devolvían el saludo.

    Esta Historia me hace ver el poder de la Emociones que hacen cambiar en minutos la actitud de la gente.
    Por eso al descubrir mas del poder de Inteligencia Emocional a mi me embriaga una emoción empezar este libro
    y compartir mis ideas y experiencias con todos ustedes.

    Vamos Guerreros

  26. Me llama mucho la atención como la ciencia de hombre empieza a tomar conciencia y a actuar para documentarnos de lo que como hombre no me he dado cuenta, de que la vida se maneja con muchísimas reacciones espontáneas controladas por las emociones.

    Siento que me ayudara mucho para mi autocontrol y el darme cuenta de en que momento estoy realmente teniendo yo el control de mi vida y mis actos, y como estas pueden ser modificadas para un resultado mejor en mi desempeño y vida en general.

    Me entusiasma el iniciar el viaje.

  27. Me llama mucho la atención lo que menciona al principio: “Cualquiera puede enfadarse es muy sencillo. Pero hacerlo con la persona adecuada en el grado exacto, momento oportuno, propósito justo y del modo correcto es difícil.” El mismo Cristo lo demostró cuando expulso a los vendedores del templo.

    Siento que este libro me va a ser de de mucha ayuda. Para poder dominar los impulsos que me hacen daño, y de mostrar mis emociones.

    También siento que este libro me será de mucha ayuda en la educación de mi hijo.

  28. «Cualquiera puede enfadarse, eso es algo muy sencillo.
    Pero enfadarse con la persona adecuada, en el grado exacto, en el momento oportuno. Con el propósito justo y del modo correcto, eso, ciertamente, no resulta tan sencillo».

    Apenas lo empecé a leer y encontré algo enriquecedor para mis actitudes tan tontas en los enojos que tengo.
    Me deja el aprendizaje de que no todos los enojos son tal o que no me debo enojar por cualquier cosa ni en cualquier momento.
    A saber controlar esas actitudes.

    Dios los bendice.
    Bye

  29. «EL funcionamiento exacto de esa intrincada masa de células mientras estamos pensando, sintiendo, imaginando o soñando.

    Este aporte de datos neurobiológicos nos permite comprender con mayor claridad que nunca la manera en que los centros emocionales del cerebro nos incitan a la rabia o al llanto, el modo en que sus regiones más arcaicas nos arrastran a la guerra o al amor y la forma en que podemos canalizarlas hacia el bien o hacia el mal.»

    Me llamo la atencion: Como es verdad que siempre estamos pansando, sintiendo, imaginando y soñando y como esto nos lleva al mal humor como nuestro cerebro es mas fuerte que nosostros y nos canaliza al bien o al mal

    y me gustaria aprender a controlar eso porque tengo un cachirulo muy grande. ………………psssssssss

  30. Mi comentario sobre esta introducción es sobre el párrafo siguiente:
    “”Por el mismo motivo, la raíz de la empatía es el altruismo, en la habilidad para comprender las emociones de los demás, es por ello por lo que la falta de sensibilidad hacia las necesidades o la desesperación ajenas es una muestra patente de falta de consideración. Y si existen dos actitudes morales que nuestro tiempo necesita con urgencia son el autocontrol y el altruismo.””
    Pienso que la habilidad de comprender las emociones de los demás, es algo de lo que la sociedad esta sedienta, pero la apatía por servir a los demás y dejar de ser yo el primero en beneficiarme nos a traído el desamor principalmente y la discapacidad emocional.
    Me agrada escuchar a la gente más cuando tiene mucho que decirme de si mismo, y me adentro a sus palabras, a su sentir y eso me ha permitido en lo personal llorar cuando alguien llora, gozarme cuando alguien encuentra gozo, y principalmente comprender mis emociones y las de ellos.

    Espero que este libro sea de mucho apoyo para mí…

    Gracias

    Angie

  31. Quiero iniciar mi comentario con una frace al inicio de este viaje que me impacto y me dan ganas de continuar leyendo este intersante libro desde sus primeras paginas
    «La meta de nuestro viaje consiste en llegar a comprender el significado —y el modo— de dotar de inteligencia a la emoción, una comprensión que, en sí misma, puede servirnos de gran ayuda, porque el hecho de tomar conciencia del dominio de los sentimientos puede tener un efecto similar al que provoca un observador en el mundo de la física cuántica, es decir, transformar el objeto de observación».
    ya que si conectamos nuestro sentimientos (Espirtu) con nuestro Pensamientos (Alma) y estos los hacemos tangible en nuestra vida diaria con nuestro cuerpo tendremos un SER que no lleve a la imagen perfecta del Hombre a la Estatura de Cristo.
    Son muy analista y en mi vida e guardado mis sentimientos los escondo y los reprimo hoy veo que tengo que conectarlos con lo que siento y mi Vida Crecera aun mas . Todo para el Señor

  32. «Puede enseñarnos mucho sobre la forma en que aprendemos los hábitos emocionales que socavan nuestras mejores intenciones, así como también puede mostrarnos el mejor camino para llegar a dominar los impulsos emocionales más destructivos y frustrantes.»

    EN ESTA PARTE ME DOY CUENTA QUE EL LIBRO ME PUEDE AYUDAR O ENSEÑARME A APRENDER LOS HABITOS EMOCIONALES, EL SABER CUANDO HAY QUE DECIR LAS COSAS Y DE QUE MANERA DECIRLAS.
    ASI COMO LOS IMPULSOS Y LAS EMOCIONES QUE MUCHAS VECES SON FRUSTRANRES O DESTRUCTIVAS PERO YO NO ME DOY CUENTA.

  33. Hola !!
    Me llamó la atención lo siguente:
    «Vivimos en una época en la que el entramado de nuestra sociedad parece descomponerse aceleradamente, una época en la que el egoísmo, la violencia y la mezquinidad espíritual parecen socavar la bondad de nuestra vida colectiva».

    Me entristece esta realidad, pero me entusiasma saber que en nosotros está cambiarla, que nuestros niños tienen la oportunidad de mejorar sus vidas si se les enseñan las herramientas adecuadas para trabajar en ello. Claro que requiere de esfuerzo y dedicación y yo como madre me comprometo a darlo.
    Ojalá todos trabajaramos en ello, nuestros niños y jovenes serían más felices.
    ¡Yo quiero trabajar en ello!

  34. Creo que es una buena herramienta para conocer más acerca de las emociones, el comportamiento, el carácter, las acciones de las personas.

    Considero que se podría aporvechar en los ámbitos escolares, ir encausando la inteligencia a travez de las emociones.

    Me gustaría conocer y utilizar esta herramienta en mi vida.

  35. Me llamó la atención que menciona que hay personas (expertos) que piensan que el Coeficiente Intelectual (C.I) no puede ser modificado por la experiencia vital y el autor sostiene que no, pues la Inteligencia Emocional (conjunto de habilidades como autocontrol, entusiasmo, perseverancia y la capacidad para motivarse a sí mismo,etc) pueden llegar a educarse y él sostiene cuan bueno sería que todo esto se lo enseñáramos a nuestros niños.

    Para él la escuela ideal sería una en la que se les enseñara a los niños materias como el autoconocimiento, autocontrol, empatía, arte de escuchar, resolver conflictos y colaboración con los demás. Eso me interesa sobremanera ya que soy maestra y llevo tiempo asustada y triste viendo como los antivalores son lo mejor para los muchachos, para ellos el ser amigo es ser cómplice de delitos como: ser grosero, irresponsable, sin modales, sin consideración hacia los demás. A diario hablo con ellos y «me tiran a león», pienso que este libro me ayudará en esto y para educar mejor a mi hijo.

    También menciona que «la capacidad de controlar los impusos constituye el fundamento mismo de la voluntad y el carácter». Cuando a diario escucho que la sociedad es así porque somos humanos, entonces la Iglesia no está herrada en ser tan rígida, pues debe existir en nosotros ese carácter como para decir «no» a todo lo que sea en contra de lo bueno, lo agradable y lo perfecto.

    Siento que me va a ayudar muchísimo.

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